Un buen día pasa por tu cabeza la necesidad de mejorar tu aspecto físico, pongamos por caso. Tienes una idea muy vaga sobre lo que quieres. Después de darle unas cuantas vueltas, llegas a la conclusión de que quieres perder peso. A partir de aquí debes poner en marcha una estrategia inteligente para fijarte tu meta. Aquí es donde entra de lleno el método SMART (S.M.A.R.T. son las siglas en ingles de Specific, Mensurable, Achievable, Realistic y Timed). Este método definen las 5 características que debe cumplir una meta.
Específica
La meta debe ser lo más concreta posible. No valen metas generales e imprecisas, como querer ser muy feliz; querer ser muy rico,…un buen ejemplo sería querer perder peso.
Medible
Debe existir un sistema que permita hacer mediciones sobre el avance hacia nuestra meta. Por ejemplo, perder 2 kilos a la semana. Lo que no se puede medir, no se puede gestionar.
Alcanzable
Debes creer que puedes.Tendrías que ver si tienes a tu alcance los recursos para lograr la meta que te propones. En el caso de perder peso, tendrías que establecer los kilos que quieres perder por semana, por ejemplo.
Realista
Una vez que tengas los recursos que te hacen falta (tiempo, dinero, habilidades), la meta debe ser algo que se pueda conseguir en la realidad.
Por ejemplo, puede ser alcanzable perder peso una vez que desarrolles la fuerza de voluntad y descubras qué alimentos puedes tomar; también sería una meta realista, ya que no hay ningún factor o recurso que escape de tu control.
No sería realista querer medir 2 metros si tienes 30 años y mides 1,50 m.
Tiempo y plazos
La meta debe tener una fecha de inicio y una de finalización. Así se evita la trampa de posponer indefinidamente lo que queremos conseguir. No seas de esas personas que se pasan la vida queriendo conseguir algo cuando ni siquiera han dado el primer paso.
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